viernes, 7 de marzo de 2008

Obscurecimiento de la impaciencia


En el día sexto desde cuando,
El despertar fue largo,
El día se hizo día,
Ya no quería ser mañana.

La cordura fue enterrada
Y la seguridad se hizo insegura
El castillo dejó de ser castillo
El lugar se hizo el lugar
Y donde había antes gentes
Ahora sólo había mesas.
La tranquilidad se hizo dolor
Y la saciedad regresó a ser sed.
El orden perdió el sentido.
Y el tiempo dejó de circular
Por los pasillos de donde habito.

Antes del día sexto, lo positivo estaba encima del símbolo de la nada
Y lo negativo por debajo de ella.
Pero en el despertar del día sexto,
Se me perdió de vista la nada: Sólo había desolación.

La muchacha negra volvió a ser blanca
Sus ojos azules se hicieron azules
El hambriento perdió el apetito
La frustración se hizo frustración
Y donde antes había familias
Ahora sólo quedaban casas.
La paciencia se hizo eternidad
Y la pobreza volvió a ser pobreza
Y las noticias perdieron el momento
Y gritaban desde un pasado vacío
Y habían perdido la continuidad.

Antes del día sexto, la felicidad se hallaba por arriba de la abulia,
Y los trastornos del alma por debajo de ella
Pero en el despertar del día sexto,
Abulia es lo único que queda.

En el día sexto desde cuando,
El despertar fue largo.
El día se hizo día
Ya no quería ser mañana.

Los amigos se habían ido
Y la música se fue apagando
En el día se sexto desde cuando
Sólo pude oír penas y ruido.

Sergio X. Palma. Managua, 22 de febrero de 2008.

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