viernes, 7 de marzo de 2008

Poema fabricado sin mucho esfuerzo y somnoliento

Suena un mango que cae en el techo de mi casa
Incendian un auto en las calles de París
Otros celebran las fiestas de la Raza,
Mientras escupen a la raza, mientras aplastan lo feliz.

No es sólo rima barata la que suena en la cama de mi casa
Derrumban un muro en las calles de Berlín
Hay otros que trepan la senda de la montaña alta
Mientras algunos degustan un buen plato de aserrín.

Está dormida la gente en los cuartos de mi casa
Torturan a un hombre en una celda de Guantánamo
Otros se drogan con químicos y melazas
Pero yo me drogo para dormir tranquilo y sano.

¿Y ahora, qué? ¿Un giro inesperado? No, cobarde continuismo.

Los abanicos giran en los aires de mi casa
Crepitan los bosques en algún lugar de California
Hay otros que estudian proyectando sus terrazas
Y hay otros que se quedan sin estudiar como tía Sonia.

Ya no entra tía Sonia por el portón de mi casa
Destruyen dos torres en el centro de Manhattan
Otros asesinan y liberan a la Patria
Y hay otros que soberbios, te persiguen y te matan.

Dos loros duermen colgados en el patio de mi casa
Fusilan a la democracia en una plaza de Pekín
Hay otros que derrochan su futuro en una taza
Pero yo sólo derrocho lo que ya no tiene fin.

¿Y luego? ¿Un sueño súbito ha llegado? No, la droga hizo su efecto.

Sergio X. Palma Miércoles, 18 de febrero de 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sueño da todo lo que escribis mi hermano, pareces el hijo bastardo de Ernesto Cardenal. Que poesía más chafa!. Ya de plano tirate a orador de promociones de bachillerato o a declamar a Darío en el colegio. No hay que ser, mi buen. Saludos mi estimado, se cuida por favor.