viernes, 7 de marzo de 2008

La dama


Bajé por las escaleras. Un ruido extraño había perturbado el dulce sueño de una montaña caminante hacia un tronco café de espalda torcida. Caminaba y caminaba aquel robusto espectro de madera mojada. Y ahí estaba yo, absorto de toda la basura que en la realidad me rodea, y con eso, feliz de ver aquella montaña que andaba por donde quisiese. Alegre, retumbando por la tierra como su dueña, su eterna y hegemónica diosa. Que más se puede esperar de una montaña así, que más que la arrogancia digna de tan gigantesco mounstro de tierra soñada, que nunca existió, sino en mi inconsciente, en la razón que poco sirve ante estos acontecimientos, en el poder analítico que se adueña de la vértebra imaginaria de una plasta de oscuro y blanco mundo. El señor antiguo de los colosos del mundo se acercó a la escalera donde me encontraba, saludándome con un suave levantar de mano y un llamativo aspecto depresivo me dijo: ¿Has visto? ¿Has visto a la mujer gigante que ronda por los cielos? La maga del juego pavimentado de la cual depende una maravillosa historia, poco entendida pero por muchos aclamada, siguió diciéndome el señor de los gigantes, caminad ahora vos, y acércate hacia la dama que tu mirada sigue, ve y caminad, -repitió con énfasis-, a su lado.

Luigi Esposito. Managua. 2008
La pintura es obra de Giorgio de Chirico (Héctor y Andrómaca, 1917).

3 comentarios:

decks dijo...

muy bueno!!!, me encanto :D

Stanley W-M dijo...

Me gustó mucho tu escrito, de todos los que tenés hasta ahora es el que más me atrae. Es corto y lleno simbolos y belleza visual. Espero los que sigan mantengan esa calidad.

-Solo tego una observación y es que - a riesgo de equivocarme- en este contexto la palabra se escribe inconsciente y no inconciente.

Lanavel dijo...

Es como una danza de amor en un bosque. "La maga del juego", "la mujer gigante", "hegemónica diosa", "la montaña", "la madera", Sí, Ella, esa es la bailarina de la fiesta, ella es la dama.